Magistrados que aman el poder
En las últimas dos décadas en América Latina, concretamente, en Venezuela, Nicaragua, Brasil y Bolivia, en el sistema judicial han surgido magistrados meteóricos, imprevisibles por mantenerse en el poder.
Algunos son expertos en reunir facultades que bajo la lupa de juristas idóneos en el Derecho Constitucional no merecen estar ahí, como instructores implacables concentrando la investigación, juzgando y sancionando, todo al mismo tiempo.
El procedimiento aplicable resulta ser arbitrario y selectivo, porque las víctimas comienzan y terminan siendo los grupos políticos que conforman la oposición, y solo por el pecado de propagar los principios y valores de libertad sin límites para todos los ciudadanos, sean en una esfera real o virtual.
Centremos nuestra atención en el Juramento de Nicolas Maduro Moros, como presidente de la República Bolivariana de Venezuela, el 10 de enero de 2025. ¿Cuáles fueron las herramientas para enterrar la democracia? ¿o golpe de Estado? como acuñó María Corina Machado. La decisión de ungir como presidente a Maduro, fueron las mentes oscuras y perversas de Elvis Amoros, presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), veterano político chavista artífice de la inhabilitacion de Maria Corina Machado. Su irresponsabilidad concluyó con el fraude electoral proclamando a Maduro Moros ganador, cuando el soberano y la comunidad internacional lo identificó como -perdedor- en las urnas al no mostrar las actas escrutadas por mesas.
El enlace de esta práctica fraudulenta fue consolidada por Caryslia Rodriguez, presidenta del Tribunal Supremo de Justicia y quien a su vez preside la Sala Electoral, mediante la emisión de la sentencia de 22 de agosto de 2024, en la que certifica de forma inobjetable el material electoral peritado y "convalida los resultados de la elección presidencial de 28 de julio de 2024 emitidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE), donde resultó electo el ciudadano Nicolas Maduro Moros como presidente de la República".
La Unión Europea, Estados Unidos, Canadá y otros países de América Latina y el Caribe no reconocen la legitimidad de esos resultados, sin actas que respalden la idoneidad del.acto democrático, aunque se sabe que los negociadores voluntarios:........
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