Que la suerte nos acompañe
El lunes no ha sido tan catastrófico como podíamos esperar; aún más, ha sido bastante bueno para la democracia de Bolivia, dentro de lo que se podía esperar. Hubo algo que no tiene precio y de lo que todos los bolivianos sensatos debemos estar contentos: no se le permitió participar en las próximas elecciones a Evo Morales. A un sujeto ineficiente, tramposo, venal, que llevó a la quiebra al país, se le puso freno. Había cumplido de sobra con los períodos que permite la Constitución, por tanto, inhabilitado, puede quedarse cercado en el Chapare o escondido en una “casa de seguridad” o asilado en alguna embajada. Eso sí, si desde una embajada quiere alentar a la subversión, rompe con la norma internacional y arriesga al país que lo cobija.
Ahora, alejado el peligro mayor, hemos quedado derechas e izquierdas (no hay otra forma de identificarlos) más o menos parejas. Tres importantes fuerzas conservadoras por un lado (aunque el término no guste) y tres........
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