La raya
Hay muchos cruceños que dicen que si después de 200 años de vida independiente como República de Bolivia, el país está todavía en medio de la incertidumbre y del fracaso, habría que echarle una raya entre las alturas y los llanos y sanseacabó; santo remedio. Bolivia por un lado y Santa Cruz por el otro. Pero que algunos lo piensen y lo deseen no significa que el resto del conglomerado cruceño crea lo mismo; no por fidelidad a una República moribunda a la que nos adherimos porque nos dio la gana (lo dice Alcides Parejas y otros pensadores), sino porque entre collas y cambas tenemos muchas diferencias que no las hemos podido superar y que no se ven señales de que se acaben.
¿Entonces, qué hacemos? Echarle la raya desde Pando a Tarija no es tan fácil y puede acabar en un enfrentamiento lamentable. Repetimos entonces: ¿qué hacer? ¿Seguiremos con el propósito de surgir, de buscar inútilmente mejores días, si, como los caballos de monta, tenemos el doloroso freno de acero metido en la mandíbula, que es el centralismo andino que nos detiene en la carrera? ¿O el caudillismo que maneja torpemente las........
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