Guerras fulminantes
Hasta la Primera Guerra Mundial en 1914, todavía existía el señorío de declarar la guerra cuando dos naciones decidían pelearse. No hacerlo se lo miraba como algo sucio, cobarde. Austria-Hungría le declaró la guerra a Serbia, Rusia a Austria-Hungría, Alemania a Rusia, Francia e Inglaterra a Alemania, más tarde Estados Unidos se la declaró al Reich, y así sucesivamente se produjo la gran conflagración que costó la vida de más de 10 millones de personas.
Dos décadas más tarde, en la Segunda Guerra Mundial, la dignidad señorial se extinguió por completo, cuando el ejército alemán invadió, sin aviso previo, a Polonia, en septiembre de 1939 y luego a la URSS en junio de 1941 con la operación “Barbarroja”, pese a que Inglaterra y Francia le habían declarado abiertamente la guerra a Hitler. Los alemanes tomaron casi toda Europa sin ocuparse de gentilezas de ninguna especie, lanzando su “blitzkrieg” y arrasándolo todo.
Sucedió lo mismo en diciembre de 1941........
© El Deber
