César del Castillo

El 6 de enero de 2021, en medio de una crisis política pocas veces vista en Estados Unidos, Twitter bloqueó la cuenta oficial de Donald Trump, @realDonaldTrump. Y claro que la decisión marcó un hito por varias razones.

En primer lugar, silenciaron la voz del presidente en ejercicio. Es cierto, estaba a pocos días de dejar el poder; utilizó su poderosa red social para desacreditar el proceso electoral que favoreció al demócrata Joe Biden; tenía 88 millones de seguidores que reaccionaban a cada una de sus publicaciones e incitó a la vergonzosa toma del Capitolio; pero era el mandatario estadounidense.

En segundo lugar, la censura impuesta por Twitter no fue la única. Facebook también bloqueó la cuenta de Trump mientras que Snapchat y Twich le impusieron ciertas restricciones. Ejecutivos y trabajadores de los consorcios se convirtieron en poderosos referentes de lo que se puede y no se puede permitir en una red social.........

© El Deber