Salud: entre el colapso y la esperanza
En el departamento de Santa Cruz, la salud pública se ha convertido en un sinónimo de colapso. No es una hipérbole. Es una realidad que se vive a diario en los hospitales de referencia del departamento, donde las salas de emergencia se convierten en pasillos de espera angustiosa y la terapia intensiva es, muchas veces, un privilegio inalcanzable. El sistema está al borde del abismo y no hay forma de disimularlo: faltan médicos, enfermeros, medicamentos, insumos y, sobre todo, voluntad política y coordinación institucional.
Los centros hospitalarios están rebasados. El Japonés, el San Juan de Dios, el Hospital de Niños y otros establecimientos clave atienden en condiciones que rozan lo inhumano. Cuerpos sin espacio, camillas en el suelo, pacientes que esperan días por una cama, incluso en situaciones críticas. El personal de salud, agotado y mal pagado, hace milagros a........
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