Con Evo no habrá elecciones
Sus seguidores repiten hasta el cansancio: “sin Evo no habrá elecciones”. Pero la verdad es justamente la contraria. Mientras el cocalero siga suelto y operando con total impunidad, nada está garantizado en Bolivia. Ni siquiera lo más básico: la comida. Su objetivo es claro y brutal: cercar las ciudades, doblegarlas por hambre y ganar por agotamiento. Y no va a descansar hasta conseguirlo.
Aunque se convoquen diez cumbres políticas, aunque el gobierno insista en que el proceso electoral está “blindado”, que el Tribunal Supremo Electoral tiene el control, que los organismos internacionales observan y que los partidos confían en las garantías democráticas, la realidad es otra: no hay garantías. Todo depende de un solo hombre.........© El Día
