La guerra y la paz
El contenido de la conversación telefónica entre los presidentes Donald Trump y Vladímir Putin para poner fin a la guerra en Ucrania cayó como rayo en un día despejado en la víspera de la reunión de ministros de Defensa de la OTAN y la antevíspera de la Conferencia de Seguridad de Múnich. Ambos coincidieron en que Ucrania tendría que ceder territorio a Rusia. Y desistir de sus aspiraciones para ingresar a la OTAN, acuerdo que fue transmitido al presidente ucraniano por el propio Trump. La Unión Europea y Ucrania protestaron por no haber participado de dicho intercambio. No obstante, se ha iniciado el camino hacia la paz.
Fijar posición sobre la guerra
Lo conversado entre ambos presidentes fue expuesto por el secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, en la reunión de la OTAN. Dijo que la incorporación de Ucrania a ese organismo no es realista. Y que Estados Unidos ya no priorizará la seguridad europea y ucraniana, dado que la administración Trump se enfocará en asegurar las fronteras de Estados Unidos y disuadir la guerra con China: “La dura realidad estratégica impide que Estados Unidos se centre en la seguridad de Europa”.
Asimismo, informó que no habrá tropas estadounidenses desplegadas en Ucrania y que volver a las fronteras de Ucrania anteriores a 2014 “es un objetivo poco realista”.
Durante la Conferencia de Seguridad de Múnich, iniciada el viernes, el vicepresidente estadounidense, J.D. Vance, le dio un mazazo a la Unión Europea al señalar que la principal amenaza para Europa no era Rusia ni China, sino “la amenaza desde dentro, el retroceso de Europa de algunos de sus valores más fundamentales, valores compartidos con Estados Unidos de América”. También expresó su apoyo a los partidos de derecha a los que se les ha prohibido unirse a los gobiernos de Europa, e inclusive a participar de esa Conferencia. Al respecto, dijo: “La democracia se basa en el principio sagrado de que la voz del pueblo importa. No hay lugar para cortafuegos”.
Vance dijo que Bruselas había cerrado redes sociales por contenidos que incitan al odio y criticó a Alemania por lo que describió como redadas contra sus propios ciudadanos por publicar comentarios antifeministas, a Suecia por condenar a un activista cristiano, al Reino Unido por retroceder en materia de derechos religiosos, y a Rumania por haber anulado las elecciones presidenciales de primera vuelta porque no les agradó el candidato elegido por el pueblo. El desconcierto era absoluto y el rostro desencajado de Ursula von der Leyen reflejaba el golpe. Fue pocos días después que Trump anunciara aranceles de 25% a las importaciones de acero y de aluminio procedentes de Europa y de otras regiones.
El ministro de Defensa de Alemania, Boris Pistorius, rechazó la caracterización que hizo Vance de las políticas europeas y dijo que no era aceptable comparar las condiciones en algunas partes de Europa con las de las regiones autoritarias. El canciller alemán, Olaf Scholz, evitó un encuentro pactado con Vance por........
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