Un mensaje de los nadies en tiempos de campaña
En tiempos preelectorales, los precandidatos ya están visitando barrios y pueblos, tratando de armar un discurso convincente sobre “las obras” que ofrecerán en la campaña. Se observa con frecuencia que siguen el guion que imponen la tele y la radio. Y hablan de los sicarios, los incentivos para la inversión, el crecimiento de las exportaciones, los “megaproyectos” que deban seguir al puerto de Chancay, la multiplicación de las universidades o la mano dura.
Casi han desaparecido los temas en que se jugó la vida de millones hasta hace poco, como el presupuesto para camas UCI o la anemia infantil, el costo de los medicamentos, las pensiones de jubilación o el desempleo masivo. El gran ausente envuelto en silencio es el tema de la pobreza que, como un mar tormentoso, rodea a los diez distritos limeños de clase media en los que sus jóvenes, despreocupadamente, se dedican al tiktok y a la juerga de fin de semana.
¿Algún periodista les han preguntado a los políticos qué piden los pobladores de Huayana, Julcamarca, Huamalí, Boquerón, Pión o Ninabamba? Seguro que no, porque ningún encuestador ha llegado hasta ellos para averiguar por las necesidades de pueblos desconocidos. Pero, esos pueblos existen. Marginados, insignificantes, desechados por inversionistas y burócratas. Sin embargo, han enviado un mensaje al Perú culto e informado, a través de las urnas, a las que acudieron últimamente.
Pero el mensaje no llegó con palabras o un “memorial” escrito a las........
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