¿Nos merecemos a este rey?
“Porque el derecho es ante todo comunicación, ordenación de la convivencia, solución de los problemas prácticos y tangibles de los ciudadanos”.
Reconozco que mi afecto y simpatía hacia nuestro rey Felipe VI ha ido creciendo en estos últimos años. La generación de la transición a la que aún pertenecemos millones de españoles fuimos testigos del papel indiscutible que la Monarquía Parlamentaria, encarnada entonces en su padre el rey Juan Carlos, jugó en la democratización de España y en su reconocimiento internacional. La sucesión de la Corona en su hijo Felipe VI representó desde el día de su juramento ante las Cortes Generales el 18 de junio 2014, todo un reto para su nueva responsabilidad como Jefe del Estado, no solo en lo personal sino también en la continuidad y fortalecimiento de las instituciones amparadas y desarrolladas por la Constitución de 1978.
Muy pronto le surgieron las primeras dificultades. Un matrimonio no muy bien entendido por una parte de la población española con una periodista, Letizia Rocasolano, de modesta y sencilla familia; el ingreso en prisión de su cuñado Iñaki Urdangarin en la cárcel abulense de Brieva condenado por el Caso Nóos en 2016 y los escándalos derivados de la vida licenciosa de su padre el Rey Juan........
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