Santana
Tenía atragantada esta columna. Hace algunos meses quise escribirla, no pude seguir después del primer párrafo.
Escabullían las palabras, al saber lo que sucedía en la humanidad de Santana, el buen subalterno, banderillero aquilatado, que va superando sus dolencias en una clínica, aquí en Cali, mostrando – una vez más– de qué están hechos los toreros, y agrego, y los hombres buenos, nobles, como él.
Quiero borrar de mi memoria la fatídica tarde de........
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