La torre campanario símbolo eterno de La Puerta / Por Oswaldo Manrique
Cualquier abuelo o bisabuelo puertense, tuvo durante su infancia como una de sus más acariciadas ilusiones y quizás al borde de la fantasía, subir a la torre parroquial, a la mismísima Torre Campanario de San Pablo Apóstol de La Puerta, y tocar y halar fuerte el mecate para soltar al viento las hermosas campanas centenarias, sobre aquel caserío afincado sobre paredes de bahareque o tapias y de topes llenos de fajina, merodeados por los anteojos de las paraulatas parameras. Los que bajaron del páramo de La Puerta, desde las Siete Lagunas, despabilaban en la madrugada por la Cruz Chiquita, como si aparecieran binoculares sobre los sembradíos de caña y trigo, en el hermoso y verde paisaje de neblinas, surcado por las aguas dulces del río Bomboy, para ver y señalar el centro y símbolo del pueblo: la Torre Campanario de San Pablo.
Antiguamente, cuando no existía carretera, quienes iban al sur, de Valera a Timotes, Mérida, Barinas, transitaban por estos parajes valleros o entre montañas, observaban la torre que significaba que estaban pasando por la comunidad indígena de La Puerta, para conectar por el camino de La Mucutí y llegar a Timotes, o a la Mesa de Esnujaque, Jajó, y a la reversa, también les tocaba pasarlo, a aquellos que se dirigían desde aquellos pueblos, a Montecarmelo, y a la zona baja.
Nuestro maestro, Alirio Abreu Burelli, sobrio intelectual, poeta y músico, en sus añoranzas, incluyó: Complementado desde ese paisaje recuerdo que abrumó los sueños de su niñez: >(Abreu Burelli, Alirio. En: Abreu, José Rafael. La Puerta Un Pueblo. pág. 178. 1969); digna descripción del símbolo eterno de nuestra comarca.
Uno de los más hermosos testimonios sobre lo que significó en aquella época, de comienzos del siglo XX, la Torre Campanario o Edificio Campanario para el valle de La Puerta, lo es el testimonio de Ada Abreu Burelli de Rodríguez, quien en su memorial Reencuentro con una Infancia, nos describió que (Abreu Burelli de Rodríguez, Ada. Los días de la infancia. Relatos.........© Diario de Los Andes
