Los “Locos” se enamoraban de Valera / Por Alfredo Matheus
Por ser un cruce de caminos, Valera se convirtió desde hace unos 80 años en refugio de quienes alegremente le pusieron el remoquete de “locos”, a aquellos trujillanos que en mala hora fueron abandonados por la familia por algún impedimento físico o trastorno mental. Otros, sencillamente llegaron a nuestro poblado huyendo de la hambruna, aquí encontraron cobijo y un bocado de comida. Si algo ha sobresalido en el alma valerana, es su generosidad para ir en auxilio de los olvidados de la patria.
Por allá en 1940, los parroquianos comienzan a observar a un hombre sumamente trabajador. Se hacía acompañar de una escoba, un saco y una pala. Las calles de piedra las dejaba limpiecitas, lo más cumbre, no era empleado municipal. Recibía como recompensa un buen desayuno o almuerzo que uno que otro valerano le obsequiaba… «Loco pala” no se sabe de qué pueblo era oriundo. En Lo que sí estaban convencidos los parroquianos, es que tenía un profundo amor a Valera, por eso le limpiaba la cara y la dejaba bien bonita… Un día desapareció y las calles volvieron a estar sucias, “que falta nos hace “Loco pala” decían las amas de casa extrañando a tan famoso personaje que tenía un sentido de pertenencia único.
Comenzando el año 1950, en la dictadura del “Gordito de Michelena”, mi General Marcos Pérez Jiménez, la comarca le da la bienvenida al “Loco........
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