La apología del despilfarro
En el siglo XIX se decía que el hombre más rico de España era el madrileño Mariano Francisco de Borja José Justo Téllez-Girón y Beaufort-Spontin, XII Duque de Osuna (1814-1882). En poco más de tres décadas se pulió una herencia colosal que incluía catorce grandezas de España, cuatro principados, medio centenar de títulos nobiliarios y una renta anual fabulosa, dejando tras de sí una deuda igualmente inverosímil.
También se cuenta que Téllez-Girón nunca vistió la misma ropa dos veces, que herraba a sus caballos con una aleación de plata y que, dado que en aquella época aún no existían los aviones privados, poseía su propio tren, con el que iba y venía de Rusia, donde ejercía como embajador en San Petersburgo. Allí sus fiestas eran tan desmedidas y apoteósicas, que el zar Alejandro II dijo que no tenían parangón, ni siquiera en comparación con las propias. El Duque de Osuna llegó a servir champán francés a los caballos de sus invitados en cubos y a repartir los ágapes de sus festines gastronómicos en platos de oro, que según se iban vaciando eran lanzados al río Neva desde las ventanas de palacio. Los desvaríos de Mariano sólo son equiparables a las hogueras que llegó a encender el famoso narcotraficante........
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