El valor de lo insignificante
Caminar por la ciudad, por el pueblo donde vivimos, escuchar música, pararse a contemplar la arquitectura que nos tropezamos a diario, detenerse ante una vieja puerta rota por el pasado, levantar la mirada para asegurarse de que esa mancha fugaz era un mirlo, son estampas cotidianas que en estos tiempos toman un valor incalculable. Este contraste de lo cotidiano, con el goteo incesante de noticias de tonalidad borrosa y triste, hace que nos giremos hacia nuestra realidad más cercana en busca del........
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