El gran teatro del mundo
Qué más da si fue piquito, besito, consentido, no consentido, si rio, lloró fue una acción reprobable o delito. Lo único que interesa es sentarse en la primera fila del gran teatro del mundo para recrearse en la dramática ajena. El auto sacramental de Calderón de la Barca está más presente que nunca. Aunque ahora la trascendencia resbala. Ahora el ombligo es lo must. El cordón umbilical serpentea entre los deshechos de un barroco espacio escénico rebosante de bufonadas y miserias. Pasen y vean. Ja, ja, ja… Irresistible placenta de pasiones: Jenni Hermoso, tatuada y lesbiana; Luis Rubiales, macho irredento; José Manuel Clemente, calentón juez mediático… Taquilla garantizada.
Daniela Caracas y Mapi León protagonizan otro esperpento con cotufas. La jugadora colombiana ofendida, mancillada. Paren la rotativa. Si Valderrama y Míchel levantasen la cabeza. Lo suyo fue hace........
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