OPINIÓN: Hilda, hermana, tus rosas están en buenas manos
El rosal de mi vecina Hilda mantiene la lozanía tan indispensable para mi cuadra, mi municipio, mi provincia. Sin lo hermoso, ¿para qué sirve este planeta náufrago en un mar violento? En medio de las tristezas, ese pequeño oasis, junto a diversos hechos sensibles, me salvan. Ah, como el reciente desfile del Primero de Mayo al mostrar lo mejor de mi pueblo, tan golpeado por el cerco del eterno enemigo y las imperfecciones nuestras que permiten a la maldad externa deslizarse por los resquicios de la interna. Miente quien diga que lo obligan a ir, y no tiene bien puesto el pantalón o la saya. No somos perfectos, pero no han podido arrebatarnos el patriotismo.
La fuerza, la unidad conseguidas en este acto urge entregarlas al trabajo cotidiano sin alharaca. Por Cuba, por los muchos a los que les es necesaria la luz de esta nación en la que se sostiene la presencia de Fidel. Tal vez alguien se queje........
© Cubasí
