OPINIÓN: Dos mundos, dos modelos de vida: solidaridad vs. dinero
La amenaza es clara y directa: todo país que acepte médicos cubanos que salven vidas sin cobrarle a los pacientes, sin importar si son ricos o pobres, será sancionado. Todo país que permita que los médicos cubanos se internen en las zonas más desprotegidas y abandonadas de su territorio, y compartan allí con su población y ejerzan la medicina preventiva como sacerdocio revolucionario, la que evita que haya más enfermos y que los médicos privados ganen más, será sancionado. No importa que no hablen de política, que acompañen a los sacerdotes, a los pastores o a los chamanes en sus convocatorias o liturgias, que colaboren con las autoridades del país, que respeten las tradiciones locales, si no cobran, si no exigen altos salarios y comodidades especiales, si no conciben la medicina como un negocio lucrativo, si hablan de pacientes y no de clientes, y no se posicionan como clase superior, el país que los acoja será sancionado.
Los he visto trasladarse en curiaras por los ríos Orinoco en Venezuela o Coco en Centroamérica, en frágiles avionetas sobre la selva guatemalteca; subir montañas durante horas hasta intrincadas y poco pobladas aldeas en el Quiché, dormir en sus champas, en cuartos que solo tienen lo esencial, sin electricidad; he sostenido velas mientras ayudan a una parturienta en una choza de adobe y piso de tierra, y escuchado el primer llanto de un nuevo habitante de la Tierra que llevará, por decisión de la madre, el nombre del médico que hizo posible el milagro. He visto a los médicos y enfermeros cubanos, vestidos de “astronautas”, no para ascender al cielo en cohetes espaciales cuyo costo podría haber saciado el hambre y curado las enfermedades de millones de personas, sino para “viajar” al infierno de la Tierra, a lo más bajo de la indiferencia humana, allí donde el ébola, enfermedad entonces casi desconocida, provocaba la muerte en cadena de humildes habitantes del África Occidental, y también de médicos desprevenidos. Mientras los galenos primermundistas huían o exigían una altísima remuneración, llegaban los cubanos. Los vi exponerse en el norte rico de Italia, donde la pandemia de Covid-19........
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