Réquiem en dos tiempos
Una pareja que admiro se deshace ante mis ojos. Quiero gritar, sacudirlos, apelar a sus esencias para que entiendan todo lo que pueden perder si sucumben al silencio por evitar la fastidiosa queja… pero es una vida ajena y no me toca involucrarme, por mucho que quisiera conjurar esa ruptura.
Sufro este final anticipado como un doloroso deja vu… ¡Es tan similar al de mi primer réquiem amoroso, 30 años atrás! Y sí, la vida me concedió luego la oportunidad de conocer a otras personas fabulosas, pero no dejo de pensar en lo que pude hacer o decir para evitar aquel final abrumador.
Cuentan que cuando un silencio / aparecía entre dos / era que pasaba un ángel / que les robaba la voz; / y hubo tal silencio el día / que nos tocaba olvidar, / que, de tal suerte, / yo todavía / no terminé de callar…
Me entristece que estos jóvenes no encuentren balance ante los retos de la vida moderna, y por no alimentar ese amor con acciones prácticas terminen perdiendo lo que más aprecian, sumidos en........
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