El mundo a tus pies
“Niñas, aprendan a usar esos ojos y tendrán el mundo a sus pies”, decía una de las tías paternas al montón de primas y vecinitas que nos reuníamos en las tardes a la sombra de su portal, mientras la Gallega, una señora del barrio muy vistosa y dicharachera, acotaba: “Mejor aprendan a usar la cintura”, y sonreía con estudiada malicia.
No me quedaba entonces claro si se refería al baile, el “caminao” u otros oficios de mejor proveer, pero mi tía se sonrojaba con la frase y desviaba la atención hacia otros aprendizajes “útiles para una señorita”, como zurcir, bordar, hacer dulces o cultivar flores.
Quién iba a decirle a la Gallega, o a mi tía (ambas ya difuntas), que el mundo estaría hoy al alcance de las ya nada humildes yemas de los dedos, y bastaría una par de selfies bien filtradas y el fondo correcto para poner........
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