Simplemente Caturla
Cada 12 de noviembre se recuerda la fecha fatídica de la muerte del músico universal Alejandro García Caturla y los remedianos van hasta el cementerio para llevarle flores, una banda de instrumentos y la reverencia. La villa que lo vio nacer y que tuvo las primicias del genio lo sigue reverenciando, a pesar de que ya ha transcurrido mucho desde que un disparo lo llevase de este mundo.
En lo personal, como nacido en la ciudad de Remedios, he crecido con la historia del compositor como parte de las narraciones de barrio. De hecho, la familia de la viuda de Caturla vivía a unas puertas de mi casa y hasta hace unos años yo pasaba a diario por delante de la casa ya derruida, con apenas la fachada en pie. La otrora villa pujante ha devenido en una ciudad silenciosa en la cual a veces surgen las sombras de un pasado cultural. Los días 12 de noviembre son así, sin que importe otra cuestión.
Recuerdo en medio de la pandemia cómo, aún con las mascarillas y con el miedo a morir, los peregrinos fueron hasta la necrópolis. Aquella vez, un músico joven y afamado de la provincia besó la tumba de Caturla en señal de reverencia. Eran momentos en los cuales no sabíamos si íbamos a vivir. La existencia en el país pendía de un hilo y nosotros, habitantes de una ciudad del interior, estábamos........
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