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Díaz-Canel:La cultura estimula y refuerza el sentimiento de Patria

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Miguel Díaz Canel, presidente de la República, durante su intervención en el X congreso de la UNEAC. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.

Intervención de Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, durante el X Congreso de la UNEAC, en el Palacio de Convenciones, el 2 de noviembre de 2024, “Año 66 de la Revolución”.

(Versiones Taquigráficas - Presidencia de la República)

Nos dirigimos a ustedes como las queridas y los queridos escritores, artistas y creadores de la Patria.

Una vez más, este es un congreso que nos estimula en el pensamiento y que también remueve las emociones, las pasiones y los compromisos.

Quiero reconocer, en primer lugar, el esfuerzo que ha hecho Marta por estar aquí hoy cuando ha estado en una crisis, no sé si se dice sanitaria o de salud, personal, y está aquí guapeando, dirigiendo este histórico evento (Aplausos), y eso demuestra un alto sentido de responsabilidad y también de compromiso con lo que estamos debatiendo y con lo que estamos tratando de construir desde el mismo.

Quiero también dedicar un sentimiento de recuerdo a los que hoy no están con nosotros y que estuvieron en estos cinco años muy activos en los espacios en que hemos tenido la oportunidad de debatir con miembros de la UNEAC, hablo en particular de Corina y de Pedro de la Hoz (Aplausos).

Y a mi hermano Guille Vilar decirle que reconocer el enorme vínculo entre lo cubano y lo universal para nada es colonizar, al contrario, así nos descolonizamos. Estoy de acuerdo contigo (Aplausos).

Creo que el seguimiento que se les ha dado a los planteamientos y acuerdos del anterior Congreso es significativo, porque uno de los datos que se daba en los documentos circulados decía que de 68 acuerdos, 49 estaban cumplidos, 18 en avance y uno pendiente.

También se reconoce mucho el trabajo desarrollado en los informes presentados por las asociaciones y los comités permanentes de trabajo de la organización, tomando en cuenta que una parte importante de estos cinco años estuvieron marcados por la COVID-19, que nos paralizó en un grupo de ámbitos de la vida del país, que nos tuvimos que poner en función, sobre todo, de salvar la vida de nuestros compatriotas, pero la cultura no se detuvo y estuvo presente también llevando espiritualidad, llevando ánimo, cultivando emociones en nuestro pueblo. Creo que hicieron muy suyo algo que les pedí en el último Congreso: no dejaron morir el Congreso y aportaron por el bien de la nación en estos cinco años transcurridos.

Quiero, entonces, también reconocer el aporte que está dando este Congreso en materia de discusión, en ideas, en propuestas y van a tener, por supuesto, todo el apoyo y el compromiso, el seguimiento a lo aquí acordado y aprobado en los próximos años, al igual que lo hemos hecho en los cinco años transcurridos entre congreso y congreso.

Si miramos en retrospectiva, en ese periodo el país ha sufrido trascendentales impactos socioeconómicos que se suman, y no es un dato menor, a los más de sesenta años de guerra económica que ha desarrollado el imperio contra Cuba.

En el transcurso de estos cinco años se ha agudizado extraordinariamente la persecución de Estados Unidos contra Cuba, y la cultura no ha estado ajena a esos impactos, tanto en términos materiales como en la propia espiritualidad de la nación.

Enfrentamos una guerra de dos dimensiones: por una parte, la guerra económica, diseñada para elevar las carencias a niveles extremos y quebrar la voluntad de todo el pueblo, y en paralelo, una guerra cultural que tiene un componente simbólico, como explicó Faya, un componente psicológico y un componente de intoxicación mediática, que se han armado en grandes operaciones por parte de los operadores de la contrarrevolución y que apuntan directamente contra la unidad de nuestro pueblo.

Frente a esas amenazas, la cultura sigue teniendo un papel determinante en tanto es generadora de ideas y valores o espada y escudo de la nación.

En medio de otra circunstancia muy difícil, Fidel dijo que la cultura es lo primero que hay que salvar. Esa idea va mucho más allá del arte, va a las raíces, va a la identidad, a la cubanía, en fin, a lo que somos. Por eso celebro el lema de este Congreso: “La cultura es la Patria”, idea de otro grande, don Fernando Ortiz, que nos dice lo mismo en otras palabras: “Salvar la cultura es salvar la Patria”.

¿Y qué puede hacer la cultura para salvarse a sí misma? ¿Qué es salvar la Patria? Es una pregunta que estamos respondiendo entre todos. La respuesta la tienen ustedes, la han dado ustedes y estoy seguro de que la seguirán dando siempre.

No hay manera de imponer la creación: el arte y la cultura auténticos son........

© Cubadebate


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