Con permiso de Melody, el bolo del día estaba en un hotel de Madrid en el que Leire Díez, bautizada como la fontanera del PSOE, iba a dar una rueda de prensa. Sembrada la expectación de qué diría Díez y con decenas de periodistas esperando, la protagonista de la jornada se colocó ante las decenas de micros media hora antes de lo previsto, para revuelo del personal, y declaró, solemne, que había salido con tiempo de casa para no llegar tarde. Qué forma de callar bocas a quienes acusan al gremio de la fontanería de falta de puntualidad. Puntualidad que Díez llevó al extremo negándose, de cuerpo presente y con todos los periodistas ya listos, a decir una sola palabra antes de que llegase su hora, que eran las 10h. Una mujer de palabra. Imaginen en su casa al fontanero sentado en el sofá, mirándose ambos mutuamente en silencio porque aún falta media hora, y entenderán la incomodidad de los asistentes a la rueda de prensa. Los compañeros gráficos intentaron suavizar la situación pidiéndole, mientras tanto, unos posados en silencio que Leire aceptó realizar. Llegadas las 10h en punto –estaría bueno que la cosa hubiera empezado con retraso–, Leire Díez se puso sus gafas, sacó un papel y, cuando ya nadie pensaba que la cosa pudiese ponerse mejor, se presentó diciendo: “Creo que no necesito presentación”. España te la inventas y no te sale así de bien. En su declaración, de ocho minutos, explicó que no es fontanera sino periodista y que está escribiendo un libro sobre las cloacas del Estado. En caso de ser cierto, ya sería más de lo que ha hecho en siete años Marlaska desde el Ministerio de Interior para abordar el asunto. Explicó Díez que ha pedido la baja voluntaria del Partido Socialista, que cuando pase este revuelo pretende volver y que su libro estará disponible en todas las plataformas, denle a like si les ha gustado el contenido. Chimpún. Luego se levantó y, cuando el surrealismo parecía haber tocado techo, apareció de repente el corrupto Aldama para increparla y llamarla mentirosa. Fue entonces cuando se difundió el rumor de que un hijo de Ruiz Mateos vestido de abeja estaba a punto de entrar también en el salón. Finalmente fue solo eso, un rumor, porque hasta España tiene sus límites.

Este país es tan maravilloso como difícil de ordenar, pero vamos a intentarlo porque así lo hubiera querido Berlanga. Esta semana, Feijóo ha sufrido lo que en........

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