Para las personas mayores, su vejez estará plagada de olas de calor letales
NAIROBI / BHUBANESWAR, India – La población mundial está envejeciendo en un momento en que la exposición al calor está aumentando debido al cambio climático. El calor extremo puede ser mortal para las personas mayores, dada su reducida capacidad para regular la temperatura corporal.
Desde 1990, ya se ha producido un aumento de 85 % en las muertes anuales relacionadas con el calor entre los adultos mayores de 65 años, impulsado tanto por las tendencias al calentamiento como por el rápido crecimiento de la población de edad avanzada.
Por si esto no fuera ya suficientemente desolador, se prevé que las muertes relacionadas con el calor en las poblaciones de edad avanzada aumenten 370 % anual si las temperaturas globales suben 2 °C a mediados de siglo.
El mundo va actualmente encaminado a alcanzar un incremento de 2,7 °C a finales de siglo, frente a los 1,14 °C por encima de los niveles preindustriales en 2013-2022.
Con 2024 como el año más caluroso jamás registrado y los últimos 11 años declarados los 11 más cálidos desde que se iniciaron los registros en 1880, el ultimo informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) advierte de 80 % de probabilidades de que 2025-2029 sea más cálido que 2024, predice graves impactos climáticos y se aproxima al umbral de calentamiento de 1,5 °C, lo cual es alarmante, si no sorprendente.
Mientras el calor extremo azota a muchos países y se convierte en «la nueva normalidad», el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) advierte de un aumento de los riesgos para la salud de las personas mayores en el Informe Fronteras 2025 publicado este jueves 10.
Las personas mayores, especialmente aquellas con enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y afecciones cardíacas, movilidad limitada o fragilidad relacionada con la edad, son particularmente vulnerables a problemas de salud graves, dependiendo de la intensidad, la duración y la frecuencia de las olas de calor.
Estos pueden ir desde enfermedades respiratorias y cardiovasculares hasta enfermedades metabólicas, así como un aumento de la mortalidad.
«Las olas de calor se encuentran entre los efectos más frecuentes y mortíferos del cambio climático, junto con las inundaciones y la reducción de la capa de hielo», afirmó Inger Andersen, directora ejecutiva del Pnuma.
Añadió que «debemos estar preparados para los riesgos que plantean estos efectos, especialmente para los........
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