Sensatez receta urgente
La crisis ocasionada por el “proceso de cambio” acumulada desde 2014, provocó incertidumbre creciente y, a estas alturas, desesperación. Sí, esas ansias incontenibles de soluciones inmediatas, con rabia por el despilfarro, la corrupción y las mentiras. Es que hoy las carencias son evidentes y van en ascenso día a día.
Lo saben aquellos que pasan horas y horas en las colas por combustibles, los que viven del transporte de personas y de carga y los que no; lo saben los usuarios que llegan tarde o no llegan, que se quedan sin viajar.
Lo saben los compradores de artículos, de primera necesidad y otros, ante la elevación sostenida de los precios y la frustración por no encontrarlos en el mercado; lo saben los vendedores que cada vez venden menos.
Lo saben los grandes, medianos y pequeños empresarios que hace tanto han visto que la falta de dólares lleva a sus negocios al naufragio; lo saben los que tienen hijos en el extranjero y sufren sabiendo que con cincuenta dólares a la semana no pueden sobrevivir.
Lo saben los jóvenes que no encuentran empleo y deambulan buscándolo sin resultados, con sus títulos universitarios bajo sus brazos; lo saben sus padres que al final tendrán que resignarse a que se marchen del país a este mundo cada vez más........
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