Martí en la manigua
Tras su azaroso desembarco en Playita de Cajobabo, el Apóstol avanzó con sus compañeros tierra adentro y orillando ciénagas, desbrozando malezas, cuesta arriba en la serranía, aprendió que subir lomas hermana hombres
Por. / Pedro Antonio García*
Ante la delación del Cónsul estadounidense a las autoridades inglesas sobre la presencia en el buque de José Martí, Máximo Gómez y otros cuatro combatientes que iban a Cuba a incorporarse a la insurrección, el Nordstram partió apresuradamente de la isla de Inagua a las 10 de la mañana del 11 de abril de 1895 y enrumbó hacia Jamaica. Navegó rozando el Faro de Maisí y al ver sus luces, los cubanos se sintieron ya en la patria. Había mal tiempo. Cerca de las ocho de la noche, aproximadamente a una milla de la costa guantanamera, bajo un torrencial aguacero, bajaron un bote.
A pesar del torrencial aguacero y el feroz oleaje, Martí , Gómez y sus compañeros se lanzaron al mar rumbo a la costa guantanamera. / Ilustración: Autor no identificadoEl capitán dudaba de dejarlos desembarcar, pero el Generalísimo exclamó enérgico: “¡A tierra!”. Los mambises abordaron la lanchita. Gómez tomó el timón. Los cubanos Paquito Borrero, César Salas y Ángel Guerra junto con el dominicano Marcos del Rosario, comenzaron a bogar desesperadamente, con Martí al remo de proa. Un golpe de mar se llevó al timón. Parecía inminente el naufragio. De pronto amainó el aguacero. La luna, roja, asomó bajo una nube. El viejo General consultó su reloj: eran pasadas las 10 de la noche.
Avistaron la costa. Guerra, Salas y Marcos calzaron el bote en la playuela. Gómez saltó a tierra y postrándose, la besó. Marcos, creyendo que se........
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