“Yo no olvidaré nunca todo lo ocurrido”
Palabras textuales de Martí aquel día en que se hizo realidad un sueño suyo de tanto tiempo: el desembarco exitoso, excepcional e inolvidable de hace 130 años
Las dos estrellas de un cosmos llamado lucha por la independencia de Cuba tienen nombres, jefaturas y honrosos apelativos: José Martí Pérez, organizador de la guerra necesaria, y Máximo Gómez Báez, general en Jefe del Ejército Libertador. El primero, Apóstol de Cuba, y el segundo, el Generalísimo. Eso tuvo lugar a solo 10 días de haber desembarcado en Duaba, Baracoa, Oriente, otra estrella, el Titán de Bronce, al frente de una pequeña, pero también heroica tropa.
Una aclaración oportuna: escribir con propiedad sobre algo que no vimos, hablar acerca de lo no escuchado personalmente, son en realidad ejercicios mentales e intelectuales bastante poco convincentes, aunque, unidos, constituyen acto emocionante por su envergadura e importancia histórica, humana, a la vez que cierta obligación moral.
Lo decimos porque así, de alguna manera, rendimos tributo y homenaje a un suceso marcado con letras de oro en el calendario de los más grandes acontecimientos de nuestra Historia, protagonizado por José Martí y Máximo Gómez, con otros cuatro héroes, el 11 de abril de 1895, cuando evocamos el trascendental cumpleaños.
Martí logró lo increíble
Fue imprescindible trazar y recorrer en silencio, con sumo peligro y cuidado, lo conocido como “La ruta heroica de Montecristi a Playitas”.
A bordo de la goleta Brother, tendido sobre la cubierta, ve Martí, al desplegarse la luz, un sitio que recordaría mientras respirara, bautizado de antaño como Inagua.
Aquel territorio, el más sureño de las Islas Bahamas, solo distaba 95 kilómetros de las costas cubanas. Exactamente, desde ese punto geográfico, empieza a desencadenarse uno de los más dramáticos episodios de la tensa existencia del Apóstol de Cuba. Parten seis hombres desde Montecristi rumbo al más justo, noble y aventurado de los destinos: la lucha armada contra un imperio ambicioso y cruel, en aras de la libertad y la independencia de un archipiélago ocupado colonialmente.
Son ellos, además del Apóstol y el Generalísimo, Francisco Borrero, Ángel Guerra,........
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