Llegado el 5 de noviembre y cumplida así la última fecha de las elecciones presidenciales de EEUU, los votos favorecieron finalmente al federalista Donald Trump sobre su contendiente, la demócrata Kamala Harris.

Durante la madrugada del 6-N el conteo en estados claves a la hora de decidir entre federalistas y demócratas iba definiendo la contienda electoral. Habría sorpresas. Efectivamente, Trump acumulaba mejores puntos a aquella participación suya de 2020. En cambio Harris se le acababa la gasolina en plena recta final.

De nuestra parte no cupo ninguna preferencia para tales servidores del poder económico desangrador de occidente y mucho menos si guardan relación con el envío de mercenarios a las fronteras de Venezuela y apoyan autogobiernos. Ambas candidaturas son las caras visibles del hegemón en tiempos vorágines de los mercados internacionales. Las mismas que emplean las transnacionales y están vinculadas el genocidio árabe-palestino ejecutado por el sionismo.

Viendo este panorama ¿Cómo es que Trump saca de abajo su elección como presidente de EEUU cuando semanas atrás las encuestas no le favorecían?

Entonces vuelve a caerse en equivocaciones por el cual hay quienes pretenden hacer creer las encuestas son predicciones de garantía hacia alguna candidatura mediática. Acá hemos verificado el ejemplo más reciente de elección definida por medio del voto sometido a la estrategia de la oferta electoral y el magnate se ha podido agarrar de ese cuello. De un modo habilidoso ha obtenido la........

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