Doble play al final pero quién pierde
Es el 9º inning, González Urrutia al bate en cuenta de 3 bolas y 2 strikes, 1 out en la pizarra, las bases llenas. En la receptoría Maduro espera por el pitcher se aliste para el próximo lanzamiento. Mientras Machado en tercera como corredora desafía con amagos al lanzador de espalda a ella porque sabe hay cámaras internacionales enfocándola.
Como toda ocasión curtida por la rivalidad de clases y en este caso por clanes y apellidos, a lo largo del partido, las faltas y el juego sucio no se hicieron esperar. Sin embargo todo indica el fin del partido amén de una ligera ventaja obtenida por uno de los dos equipos y visible en el marcador. El público -unos sentados, otros de pie- se mantiene a la expectativa. Nadie se mueve en un estadio de beisbol por debajo de su capacidad. Muchos se fueron lejos quedando sin posibilidades de participar como también se dio el caso de quienes prefirieron abstenerse de asistir al magno evento. Se trata del juego bonito programado para el 28 de julio de 2024 entre los equipos de mayor arrastre en el campus político venezolano: Los Rojos, capitaneados por el criollo Nicolás Maduro, líder del Proceso Revolucionario Bolivariano, equipo insertado a nivel de alta competencia electoral a fines del siglo XX bajo la batuta del fenómeno Hugo Chávez Frías, quien para entonces logró armar tremendo trabuco alrededor de sus habilidades ofensivas y defensivas, contra Los Vendepatria, equipo legendario rapaz formado por cúpulas de ambiciosos negociadores de las riquezas del país con la venezolana-estadounidense María Corina Machado, capitana arrogante en esta ocasión.
De nuevo el árbitro principal (CNE) se ubica atento a la jugada. González Urrutia (desarmado patrullero venezolano-estadounidense cuyo rol ha sido y es desde los jardines identificar hombres y mujeres protestante de los abusos extranjeros especialmente niños y religiosos para luego mandarlos aniquilar) entra al cajón de bateo tras ver las señas ordenadas por el yanqui. Maduro hace lo propio hacia su pitcher. Le pide una recta de dedos separados. No cuenta entre su repertorio con una rabo e´cochino. Se prepara. Ahí lanza. González Urrutia batea un globo fácil de dominar al center field. El jardinero se adelanta a terreno corto. Se coloca debajo de la bola y atrapa pero María Corina a todo riesgo realiza el pisa y corre al home sin importar........
© Aporrea
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