Teatro de Rehenes
Ayer, Bukele —el autoproclamado "dictador más cool del mundo"— le lanzó una curva con piquete a Maduro: propuso un intercambio de 252 venezolanos —migrantes pobres condenados a pudrirse de por vida en el CECOT por órdenes de Trump— por presos políticos del madurismo.
Pero después del fraude de julio de 2024, Maduro necesita esos rehenes políticos como escudo para contener a un país que no ha renunciado a la democracia y que sabe que solo el fin del madurismo puede abrirle camino a una vida mínimamente digna. Cambiarlos por deportados —criminalizados por la narrativa trumpista— sería como entregar una bazuca a cambio de un petardo.
Liberar al yerno de EGU o a los aliados de Machado atrincherados en la embajada argentina, podría remoralizar a la oposición, justo cuando la administración estadounidense endurece su estrategia frente a maduro, solo muestra debilidad. En el mundo mafioso de Maduro, que el pran muestre debilidad puede ser mortal. Maduro no es un estratega; es un sobreviviente hamponil. Y los sobrevivientes no sueltan sus escudos. ¿Qué ganaría con esto, más que una narrativa endeble: "Rescaté a venezolanos del infierno de Bukele"? Su régimen se sostiene en el miedo, no en gestos........
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