La espada del Espíritu
En esta serie de artículos sobre la llamada Armadura de Dios, hemos venido haciendo un análisis de cada una de las piezas que conformaban la armadura de un soldado romano de la época (60-62 d.C.), de acuerdo a su correspondencia espiritual según el apóstol Pablo. Recordemos que Pablo se encontraba encarcelado en la ciudad de Roma, vigilado constantemente por soldados romanos. Fue basado en aquella brillante armadura que la inspiración del Espíritu Santo iluminó la mente del apóstol, y grabó en piedra, en su epístola a la iglesia en Éfeso, esta magistral instrucción.
“Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el........© Analítica
