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Un viaje de alegrías, un nuevo juramento

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15.05.2024

Renovar votos es volver a vivir lo vivido. No es sólo ser feliz sino saber que lo hemos sido. Es reafirmar el compromiso de amor mutuo después de un largo viaje de ilusiones, alegrías, logros y promesas…algunas cumplidas otras por cumplirse.

Después de más de treinta años casados y cuarenta juntos, ese amor agraciado de luz y pasión no desfallece, sino que encumbra sus expectativas. Es protegerse más, acompañarse más y disfrutar otra maravilla de la vida, que son los hijos de nuestros hijos. Verlos crecer [a los nietos] es reeditar cada mirada, cada sonrisa, cada primer paso que dieron nuestros hijos, lo cual se convierte en una emoción tan grande como el primer beso, la primera lágrima, la primera vez que dijeron mamá o papá.

Renovar votos es un momento de reflexión. Es revivir un viaje asombroso y misterioso a la vez, porque sin ser capaces de anticiparlo todo, la vida te sigue sorprendiendo, esplendorosamente. Renovar votos es reafirmar el compromiso de estar juntos en las buenas y en las malas, reafirmar el pacto de solidaridad, es recordar los momentos más especiales, vividos ¡y por vivir! Porque también es posible viajar y recordar el futuro cuando el pasado ha sido bueno, lleno de ilusión y esperanza. Los invito a un pequeño paseo por lo que ha sido y será, vivir Venezuela, siendo felices, y sabiéndolo [dixit Pérez Reverte]

Una expresión de gratitud y complicidad infinita

Toda una vida compartida la podemos resumir en cinco palabras: amor, compromiso, celebración, gratitud y complicidad.

Celebrar es recordar, y recordar es vivir. Por favor acompáñenme por este “corto” viaje que alcanza más de tres décadas, de la mano de Dios, de nuestra fe, de la familia, de los amigos que son Uds. Apuesto que muchos han transitado el mismo camino.

Los recuerdos los abrazamos como joyas en la bruma…Cada risa, cada caricia, cada despedida o reencuentro, es una dulce espuma, que nos toca y se esfuma. Por eso hay que apreciar cada segundo. Recordar y recordar. Es un ritual de experiencias fecundas. Es volver a tomar la mano protectora de nuestros padres, el cobijo afectuoso de un profesor querido, la chiquillada compartida con el mejor amigo, la hermosa fatiga de llevar en los hombros a nuestros hijos.

Mi viaje-les cuento con suavidad-comenzó en la cantina de mi colegio, el Instituto........

© Analítica


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