El cesarismo democrático
Sí. Hablar de ‘cesarismo democrático’ es incurrir en una contradicción ‘in terminis’, una antítesis, una ironía en este caso. La uso para denunciar la situación política a la que hemos llegado en este país, pero también para matizar el diagnóstico sin caer en excesos hiperbólicos. España no es hoy una autocracia aunque Sánchez muestre visos de autócrata y sea autocrático su sueño. Es una democracia deteriorada, pero en la que han funcionado, pese al acoso, los medios de comunicación, los jueces, la UCO… Gracias a ese hecho, la tentación cesarista de Sánchez, su voluntad de perpetuarse como presidente de espaldas a la realidad, al poder judicial, al legislativo y hasta al Gobierno si fuera preciso, agoniza en este lento y feo y triste espectáculo.
¿Cesarismo democrático? Podemos denominar con ese oxímoron o esa........
© 20 minutos
